Él joven vestido de rojo había caminado muchas veces estás calles, era parte de su rutina atravesarlas a diario, sólo que ésta vez había algo distinto; los edificios no encajaban en su concepto de realidad, eran difusos, sus formas eran alargadas e incluso algunos parecían romper los esquemas de todo lo qué el conocía. Aún así siguió caminando, contemplando este extraño nuevo mundo inquieto y normal a la vez, cómo si de alguna extraña forma también perteneciera a esta realidad, cuando vio algo al final de la calle que doblaba la esquina y se alejaba.
Camino deprisa para poder observar con detenimiento, el joven de rojo se detuvo al final de la calle y se vio en un mar de automóviles, todos inertes ante una eterna luz roja del semáforo, y vio como una chica de cabello corto y vestido azul se desplazaba con delicadeza, como si flotara, nadie la veía, nadie le presto atención.
*Agradecimientos especiales a Marco Alejandro :D*
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