viernes, 29 de octubre de 2010

Stand By Me



Una tarde de invierno, un viejo amigo me dijo algo así: personas van, personas vienen. No puedes aferrarte a ellas, tendrás que aprovechar lo más importante que te dejan a su paso y vivir con ello. Pronto, todos, en algún momento nos quedamos solos.

Desde ese día, nada fue igual. Mi manera de mirar las cosas cambiaron y ese viejo amigo y yo nos separamos. Nuestros caminos tomaron otro rumbo y nos perdimos entre sueños e ilusiones banas.

Si me pongo a pensar a detalle, en el transcurso de mi vida han pasado muchas personas interesantes, unas más dignas de recordar que otras, pero al final de todas me he quedado algo bueno. Hace poco perdí a otro amigo, y de una manera realmente absurda.

No me detendré a dar detalles, ni hablare más de lo debido. Él me dedico varias horas de buen humor, de tranquilidad, de paciencia, de comprensión y respondió a mis miles de preguntas sin poner objeción. En una ocasión hablamos del “adiós” y la verdad nunca pensé que llegaría tan pronto… en fin, como él me lo dijo alguna vez: “La vida da muchas vueltas”.

Me quedo con sus bromas, con sus canciones, con sus palabras, con sus obsequios, con sus enseñanzas y con su Historia Interminable. Le regalo mis palabras y consejos, espero y en algún momento le lleguen a ser útiles.

Adiós mi amigo, que el destino te depare cosas buenas y ricas en tu vida… no olvides tus sueños. Acuérdate de mi tanto como yo de ti...

No hay comentarios:

Publicar un comentario