No me dejes sola que necesito de tus sueños para respirar,
de tus manos para gritar,
de tu aliento para mirar con claridad.
El día que te alejaste la soledad volvió y me rasgo como siempre,
ella tan normal y fría igual que aquella mirada,
como las espinas, como una despedida.
Hoy ya solo me abraza el silencio y los momentos de mi memoria,
que solo ve tu rostro y repite tu nombre.
Regresa y déjame sentir tu sonrisa por todo mi ser, aunque sea por ultima vez.
Que no las sientes al rodar por mi rostro?
No son de dolor o alegría,
son de recuerdos que no volverán,
de palabras que jamás conociste,
de abrazos que nunca existieron,
de tu evocación que jamás me deja.
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