viernes, 16 de abril de 2010

Crónica de una franzmaniatic!


Un lunes de asueto, esos días que son como domingos y que solo tedas cuenta de que no lo son por las noticias en la tv.

Un día triste, frio y nublado el sol casi no había salido en toda la mañana, momentos en los que dices –hoy no me debí de haber levantado-, el entorno es gris y no hay mucho que hacer además como el clima no augura algo bueno, sabes que es mejor quedarte en casa.

Una madre neurótica por preparar tamales, se acerca el día de la candelaria, un hermano ausente por proyectos profesionales, otro simplemente ausente por el peso del monitor y un padre ocupado en su taller, si, ese es mi pequeño mundo… no hay nada que hacer y por si fuera poco, es lunes de asueto.

Pudiera arrancar a uno de mis hermanos de sus labores y salir a pasear, pero la verdad es que ni yo tengo animo de nada; subo a mi habitación y me recuesto sobre la cama, pienso en la posibilidad de ver una película pero recuerdo que no hay nadie con quien verla; me pongo en pie y decido dar una hojeada a la web pues he recordado que hay preventa para boletos de Franz Ferdinand, tal vez alguien anuncie algo sobre su compra.

Hay chicas que gritan la compra de su boleto en DF vía tarjeta, otras vía telefónica en GDL… un momento, GDL… mis manos se congelan por un instante, si, leí bien, ya había boletos para Franz en Guadalajara, estos habían sido liberados poco después de la preventa en el Distrito Federal.

Me pongo en pie pero no hay nada, no hay reacción, mi mente esta en blanco, creo que no respire por unos instantes, luego suelto un pequeño grito para no alarmar a nadie, brinco, bailo y me sigo repitiendo a mi misma –oh my good!- una y otra vez.

Después de unos segundos paro en seco y me digo a mi misma –y ahora, como lo compro-. Había una prima que se había ofrecido a comprar mi boleto por medio de su tarjeta, pero como yo pensé que la preventa solo seria el lunes y solo para DF, decidí mejor darle las gracias y no causar molestias; pero en cuanto veo la noticia trato de comunicarme con ella, pero al parecer estaba muy ocupada y no contesto el teléfono.

Una ligera desesperación se apodera de mi, pero no dejo de brincar, me quito la blusa y el pantalón, pero no dejo de brincar, busco entre mis cosas algo limpio que portar, pero no dejo de brincar, encuentro unos jeans azules que decido ponerme al instante al mismo tiempo busco con la mirada mi cartera, un abrigo, una bolsa y las llaves, las tomo de prisa y me miro por ultimo al espejo… me doy cuenta que no traigo blusa.

Salgo de mi habitación con mi conjunto de jeans color azul, una blusa amarilla de manga larga y un pequeño abrigo de color negro… ahora que lo pienso, no me dio tiempo de preocuparme por lo que me ponía en sima, lo único que quería era no estar ahí, sin mi boleto.

Salí de casa después de darle un beso a mi madre, corrí a tomar el transporte y espere una hora para llegar a mi destino. “Fabricas de Francia” es uno de los lugares que tiene expendio para vender “Ticket-Master”, y el mas cercano a mi casa, así que sin pensarlo abro las puertas de par en par, como si detrás de mi un ejercito estuviera acompañándome en todo momento, bajo al sótano y busco el puesto de venta.

Quien atendía era un joven, de aproximadamente unos 27-28 años, vestía el uniforme típico del lugar, uno de color azul casi negro, me observa de reojo y sigue en sus anotaciones, en el lugar solo estoy yo, yo y mi ansiedad; vuelve a mirarme y pregunta –¿en que te puedo ayudar?-, como si le fuera a pedir un té de manzana con canela o un helado de chocolate, -quiero un boleto para el concierto de Franz Ferdinand-, digo, pero al pronunciarlo siento como si cierta dulzura acarician mis labios.

Después de unas cuantas muecas el joven dice –¿de que zona lo quieres, oro o plata?-, mis palabras tiemblan porque aun me pregunto si podre pagar el dinero que me prestaron para esta entrada, -de oro- digo después de unos instantes.

Un papel rectangular color morado, ese es el objeto por el que había esperado tanto tiempo, un papel morado que entregan en mis manos envuelto en publicidad de otros eventos, un papel morado que para cualquier otro seria solo eso, papel, pero para mi es un pie dentro de sensaciones infinitas, una promesa al aire, un brillo de esperanza, un ataque al corazón, lagrimas derramadas, el recuerdo de un ser querido, un grito al cielo, un pequeño suspiro y la oportunidad de verlo… de ver a mi querido Alexito… y esta historia, continua...

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