martes, 23 de noviembre de 2010

Una de tantas noches (3)

3

Caminamos un largo rato y llegamos a una calle obscura y larga. Chuy comenzó a gritar y decir que el venia por un tal “Jack” y quería ponerlo en su lugar. Todos comenzaron a gritar eufóricos y decir maldiciones a lo loco, los perros de lo vecinos del lugar ladraban con las demandas de Chuy.

-Porque quiere ver al tal Jack?-

-Porque el desgraciado se atrevió a cruzar la línea y Chuy lo vio pasar para nuestro lado, y eso mi Juan es algo que no perdonamos, entiendes? Míralos bien, porque jamás los tienes que dejar pasar para nuestro barrio, ok?-

-Pues, si tu lo dices-

No me di cuenta cuando comenzó todo pero las botellas caían a los lados, los de la otra calle se habían dado cuenta de nuestra presencia. Yo quería ver bien pero Raúl me jalo para una pared pequeña que nos tapaba a todos los nuevos, mientras que los más grandes tiraban todo lo que encontraban en la calle… “Es una suerte vivir donde las calles sólo conocen la tierra y piedras que las construyen”.

Raúl sale y comienza a ayudar a sus amigos, para protegerse utilizan los autos estacionados que hay alrededor. Las cosas se ponen cada vez peor porque los amigos de Jack son bastantes y todos son más grandes que la mayoría de nosotros. Fue cuando hablo Chuy –ustedes, agarren algo y tírenles porque sino no nos vamos-.

Un grupo de nuevos tomaron piedras y acompañaron a los mayores en su guerra. Yo estaba terrado aun lado de Andrea que estaba sentada sobre una piedra fumando un cigarrillo que le había dejado Raúl antes de salir a combate. Me sentía entre soldados y yo era uno de ellos, tenia que ayudar a mis nuevos amigos, tenia que protegerlos y pelear contra el enemigo pero mis rodillas no me dejaban, creí que si movía un musculo podría caerme y golpearme en la cabeza.

-Mira, si no quieres salir no lo hagas, no estas obligado pero si ellos se dan cuenta te golpearan hasta matarte, créeme ya lo he visto-

Andrea estaba siendo sincera, aunque un poco cruda… será cierto?...

-Así, y porque a ti no te hacen nada-

-Porque yo soy inútil, no veo bien y eso ya lo saben. Si pudiera ver lo haría, pero al ultima vez que lo intente golpe a uno de los nuestros, eso me costo 20 puntadas en el antebrazo. Chuy es muy delicado en esas cosas, no le gusta que nadie golpe a los suyos sino es él mismo quien lo ordena-

-Porque 20 puntadas?-

-Porque me abrió una herida con la piedra que golpeo a su amigo-

Creo que lo que me dijo Andrea no ayudo en nada…

-Vamos pendejos, métanse al cavo les vamos a ganar, ya se están cansando-. Eso fue lo que dijo Víctor, uno de los mas grandes del grupo, antes de que se escucharan sirenas que venían a toparse con nosotros, como no predecirlo, estamos haciendo mucho ruido y los vecinos debieron dar el aviso… “De seguro que ahora mismo se acaban las cosas”.

Cuando la camioneta estaba por acercarse los dos bandos se unieron para mandar pedradas a la misma dirección, la patrulla no tuvo más que alejarse en reversa de manera presurosa. Es algo que no se ve todos los días. Si se estaban apoyando quiere decir que no son tan malos… “De seguro al tener un accidente en alguno de los dos bando todo se detiene y se van a dormir. Ha! cuando sueño tengo!, creo que es mejor hacer mi aparición de una vez”

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