jueves, 10 de febrero de 2011

Una historia de amistad…


Pude a ver aguardado está entrada para el 14 de febrero, día del amor y la amistad en México, pero para ésa fecha tengo algo especial de que hablar…

Les voy a contar la historia de un chico que conoció a una chica singular, la cual con el tiempo se convirtió en amiga gracias a sus largas charlas sobre libros, literatura y la vida. Ella, un tanto desalineada, con ideas un poco locas y soñadoras en busca de conquistarse así misma y su profesión. Él, un hombre con los pies en la tierra, diferenciando entre lo objetivo y subjetivo de todo aquello que le rodeaba, a veces frio y calculador pero para entender a su amiga loca siempre busco un equilibrio entre la sinceridad totalmente directa y la suavidad de un mundo mágico lleno de esperanza.

El tiempo pasó y él chico conoció a su amiga casi a detalle, podía contar con ella en cualquier imprevisto, aunque no se vieran con frecuencia era la única mujer a la que tenía confianza. Sabía como vestiría, su manera de hablar de los libros, de su familia, en lo único que le sorprendía con frecuencia era en las preguntas tan humanas, y a veces inocentes, que le formulaba.

Se enamoro, sus sentimientos hacia ella cambiaron, ya no era más su amiga sino la chica que le hacia suspirar y palpitar su corazón con un desdén sorprendente. Ella siempre se mantuvo al margen porque no sabía con exactitud lo que sentía por él, pues su situación sentimental no había sido tocada desde esa dirección.

La chica siempre sintió confianza y se sentía atraída hacia él, pero su corazón estaba cerrado a su amor, le pertenecía a otra persona. Y al saber lo que su amigo sentía por ella entristeció por no poder corresponder… era su amigo, su compañero de charlas, de momentos extraños, de platicas nocturnas, su confidente… lo único que pudo hacer, aunque a los dos les doliera, era el permanecer uno al lado del otro, sin más.

Ahora querido lector, si aun sigue aquí y se preguntara ¿De qué carajos estoy hablando? Nu, no estoy hablando de mi vida personal… Sino del libro de Haruki Murakami Sputnik Mi Amor. Después de Tokio Blues es mi libro favorito, estas son historias que suceden, que le pueden pasar a cualquiera, tal vez con un final diferente o sin la práctica del lesbianismo, pero si me lo preguntan yo se lo recomendaría a cualquiera… más vale tarde que nunca, #léelo!


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